fluidez de las identidades artísticas en el bajo benué
La región del confluente Níger-Benué es, desde hace varios siglos, tierra de acogida de numerosas poblaciones, sobre todo del norte del Benué, que generalmente llevaban con ellos sus objetos rituales. Hoy se encuentran, entre otros, los igala, los ebira, los idoma, los afo o los tiv.
Estos pueblos se han mezclado poco a poco para formar nuevas comunidades, permitiendo así un intercambio de ideas y estilos artísticos con sus vecinos. Los tiv, por ejemplo, se extendieron desde el sur, creando un vínculo cultural con pueblos con los que comparten una misma historia. Las maternidades que protegen la fertilidad humana y agrícola constituyen un rasgo cultural común a los pueblos de esta región.
benué medio: semejanzas visuales y patrimonio histórico común
El Benué Medio es la región más extensa de todo el Benué y la más compleja en términos de identificación étnica. Entre los diferentes grupos culturales presentes en esta región, la exposición permite descubrir las obras de una decena de ellos: los jukun, los mumuye, los chamba, los wurkun/bikwin, los goemai, los montol y los kantana/kulere. La creación de los estados musulmanes fulani en la primera mitrad del siglo XIX y la intensificación del tráfico de esclavos tuvieron un impacto dramático en las diferentes poblaciones locales. Estos acontecimientos fueron seguidos por nuevas perturbaciones procedentes del exterior, con la colonización británica y la llegada de misiones cristianas a comienzos del siglo XX.
Las obras son representativas de los estilos artísticos propios del Benué Medio, y se caracterizan por máscaras horizontales de forma híbrida (mitad hombre, mitad animal), así como por máscaras verticales antropomorfas. Gran parte del arte estatuario evoca a ancestros, difuntos o espíritus de la naturaleza en el marco de asociaciones curativas. Las sorprendentes semejanzas entre estos diferentes objetos artísticos reflejan la historia común y las alianzas rituales establecidas entre pueblos vecinos.
alto benué: capacidades expresivas y rituales de la arcilla
El relativo aislamiento del Alto Benué distingue a esta región de las otras por su relieve accidentado y sinuoso, que permite a las poblaciones locales defenderse de las incursiones de pueblos rivales, en particular de los jinetes fulani. El alejamiento de esta región explica también la supervivencia de ciertas prácticas rituales locales. Distintos ejemplos de la producción artística de los ocho diferentes grupos de esta subzona son presentados aquí (Cham-Mwana, Longuda, Jen, Ga’anda, Bena, Yungur, etc.). El predominio de los recipientes de cerámica en el corazón de las prácticas religiosas del Alto Benué marca una clara ruptura con las figuras de madera y las máscaras, típicas de las otras dos subzonas.
Al igual que las esculturas de madera, los recipientes de terracota servían para distintas funciones rituales, como la curación de enfermos, la protección de los cazadores y los guerreros, y para activar la presencia de diferentes espíritus ancestrales y protectores. Al igual que en otros lugares, se aprecian aquí sorprendentes elementos de convergencia en los estilos y las funciones de las esculturas de cerámica identificadas en varios grupos vecinos, lo que indica el alcance de sus contactos e intercambios históricos.