Desde hace un siglo, los antropólogos han intentado distinguirse de los turistas, oponiendo la producción de un conocimiento científico sobre las culturas a la experiencia sensorial del exotismo. Sin embargo, desde hace unos treinta años, el turismo se ha profesionalizado retomando las categorías antropológicas para construir una distancia cultural y suscitar el deseo de franquearla, mientras que las poblaciones locales visitadas por los turistas han colaborado en su "presentación cultural".

En estas nuevas condiciones, en las cuales se desdibujan las fronteras espaciales generadas por la globalización y nuevos actores ingresan en el campo cada vez más amplio del turismo,  los antropólogos son convocados por los profesionales del turismo para producir una distancia cultural, observando al mismo tiempo los encuentros con las poblaciones que participan del proceso.

¿Qué formas de distancia, de malentendidos y de resistencias surgen de estas interacciones entre grupos autóctonos, profesionales del turismo y antropólogos? ¿Cómo pueden definir nuevos terrenos para la investigación antropológica? ¿Y cómo las nuevas prácticas de la antropología pueden ofrecer nuevos sitios a explorar a los profesionales del turismo? ¿Qué beneficios pueden obtener los grupos autóctonos de esta nueva configuración?

Este coloquio, organizado con motivo de la exposición "La Tienda de los pequeños exploradores", propone establecer un diálogo entre antropólogos, profesionales del turismo, representantes de grupos autóctonos, y artistas contemporáneos sobre los  sitios exóticos actuales. Las tecnologías digitales redefinen la contribución de los grupos autóctonos a los festivales y a los espectáculos televisados. Los museos, los barrios multiculturales de las ciudades y los parques temáticos se convierten en espacios de descubrimiento cercanos de lo lejano. La circulación de objetos en el mercado del arte lleva a los grupos autóctonos a producir obras para los turistas, protegiendo al mismo tiempo sus derechos a la propiedad intelectual.