Artes de la infancia, niños del arte
Otoño de 2009
Documento coordinado por Daniel Fabre
En su búsqueda de rarezas que despistan, el arte moderno no ha cesado de mover sus fronteras al incluir "lo otro del arte" en su espacio. Eso que los historiadores del arte han denominado "Primitivismo" se refiere al movimiento que floreció a principios del siglo XX. Sin embargo, desde el Romanticismo, la alteridad exótica ha sido confrontada con otra, aquella que encarna el niño que hay con nosotros y en nosotros. El cortocircuito tuvo lugar en París, hacia 1845, bajo los auspicios de George Sand, Champfleury y Baudelaire. Y marcará un largo periodo de creación plástica: de Corot a Picasso, de Courbet a Kandinsky y de Paul Klee a Joan Miró.
La equivalencia, ya planteada por los artistas, entre las producciones del niño y la del primitivo, una y otra poseedoras de las "líneas elementarias", se topa con la idea de algunos biólogos, que veían en el crecimiento de los pequeños humanos la recapitulación acelerada de la historia de nuestra especie. El horizonte que se abre es fascinante: ¿es el arte de los niños un reflejo de la infancia del arte? Los expertos -psicólogos, historiadores y antropólogos- tomaron entonces el relevo de los artistas. Pronto abandonaron la idea de una equivalencia pura y simple para escudriñar un enigma que todavía no está cerrado: ¿por qué en todo el mundo las producciones de los niños son similares y cómo llegan a expresar estos las diferentes culturas gráficas y plásticas en las que son educados? Los etnólogos de la década de 1930 (Griaule, Evans-Pritchard, Lévi-Strauss, Thérèse Rivière, Margaret Mead) trataron estas cuestiones y supieron trabajar con lo que los niños hacían con sus manos.
Sin duda alguna, los puntos de vista del artista y del científico -recuperar la infancia no es estudiar la infancia- pero los medios que utilizaban -la investigación, la colección y la exposición- son idénticos y, a menudo, suscitan su curiosidad mutua. En la actualidad, "el arte de los niños" se ha convertido en una categoría aparte, aislada en su mundo, totalmente absorbido por la pedagogía. Este número quisiera recordar cómo fue, durante casi medio siglo, uno de los focos dinámicos en los que la creación estética y la reflexión antropológica se pasaban recíprocamente el relevo.
Índice
dossier: artes de la infancia, niños del arte
- Presentación: "¡Es arte! " El pueblo, el primitivo, el niño" por Daniel Fabre
I. Los niños del arte
- Corot: el modelo niño, la impresión de la infancia, por Emmanuel Pernoud
- Mirada sobre el otro dibujo del niño. En torno al Fallimento de Balla, por Pierre Georgel
- Picasso o la infancia en bucle, por Michèle Coquet
II. Obra de arte y objeto de la ciencia: el dibujo del niño
- El dibujo infantil expuesto, 1890-1915. Arte de la infancia y la esencia del arte, por Franck Beuvier
- Corrado Ricci en California: "el arte de los niños pequeños" (1895), por Earl Barnes
- "Dibújame un muñeco". Universales y variantes culturales, por René Baldy
- "Los niños dibujantes en la Edad Media, por René Baldy y Daniel Fabre
III. Etnólogos en el campo de la infancia
- De los juegos a los mitos: la ruta etnográfica de Marcel Griaule, por Éric Jolly
- "El álbum de diseños indígenas". Thérèse Rivière en los Ath Abderrahman Kebèche de Aurès (Argelia), por Michèle Coquet
Actas
descripción
- 208 páginas en formato 20 x 27 cm
- 128 ilustraciones
- ISBN : 978-2-35744-009-
- 22 euros