Une arquitectura, una historia

Contenido

En 2006, bajo el impulso de Jacques Chirac, el Museo del muelle Branly - Jacques Chirac abrió sus puertas. Fruto de su encuentro con el coleccionista Jacques Kerchache, es la culminación de un sueño más antiguo, apoyado por muchos escritores, críticos y antropólogos del siglo XX: dar a las artes y civilizaciones no occidentales el lugar que les corresponde en los museos nacionales. Para cumplir esta ambición, el arquitecto Jean Nouvel diseñó un edificio audaz, concebido como escaparate de un patrimonio de casi 300 000 obras.

Un refugio para las colecciones

«Es un museo construido en torno a una colección». La respuesta de Jean Nouvel al concurso de arquitectura convocado en 1999 fue inequívoca. El futuro Museo del muelle Branly - Jacques Chirac debía construirse en torno a las colecciones heredadas del Museo del Hombre y del Museo Nacional de Artes de África y Oceanía (Palacio de la Puerta Dorada) -reunidas tras años de dispersión y dificultades- y a las adquisiciones iniciadas en 1997. Pero, ¿cómo inventar este lugar para las artes y civilizaciones de África, Asia, Oceanía y América, y liberarnos de las referencias de la arquitectura occidental?

El gesto artístico de Jean Nouvel

Jean Nouvel propone «una arquitectura singular para objetos singulares». Todo es curvo, fluido y transparente, para servir mejor a la misión principal del establecimiento: tender puentes entre culturas, despertar la curiosidad y satisfacer las expectativas de los distintos públicos. Encaramado sobre pilotes y estibado a orillas del Sena, es un complejo y acogedor edificio de cinco plantas, parecido a una larga pasarela, del que cuelgan «cajas» multicolores. Oculto a la vista por la densa vegetación y protegido por una empalizada de cristal, el museo solo se revela gradualmente a los visitantes. Para llegar allí, hay que atravesar un jardín accidentado diseñado por Gilles...  

Una invitación a viajar

En un espacio abierto de 10 000 m2, la «Plataforma de las Colecciones», se reúnen cuatro continentes —África, Asia, Oceanía y América –, donde los visitantes pueden moverse libremente... Gracias a una refinada escenografía, explorar las colecciones se convierte tanto en una experiencia sensorial como visual.